domingo, 22 de marzo de 2015

Valentina


En febrero os presentábamos para San Valentín, un post con el mismo título en el que pa mostrábamos la recuperación de un mueble estiló Imperio o Victoriano.
Hoy os traemos la versión más femenina de este, es una mesilla isabelina, muy diferente al estilo anterior, pero que guarda la esencia de color amas con el anterior.
En próximos post, os explicaremos la diferencia entre estilos, fáciles de averiguar por la forma de sus patas.

Esta vez, el mueble iba predestinado a ser un regalo, y acabábamos de finalizar a Valentín, así que decidimos usarlo de referencia para este nuevo trabajo.





Queríamos que tuviese este tipo de patas, isabelinas, muy marcadas pero a la vez sencillas, para jugar con ellas pintándolas en dos colores que quedarán bien definidos y que le aportarán bastante carácter, haciéndonos olvidar que era una mesita de noche.


Como siempre, empezamos lijando el objeto(véase proceso en post anteriores), para posteriormente aplicar el primer color, que también nos serviría de base. Recordad que si utilizáis diferentes calidades en pinturas, me refiero al mate, satinado o brillo o incluso a las pinturas al agua o al aguarrás, pues la pintura mate siempre será la base para las demás y así respectivamente, pues a mayor brillo más aceites en las pinturas, lo que impide el correcto agarre de otras pinturas menos aceitosas y las pinturas al agua serán también bases de las anteriores.
Siempre entre mano y mano recordad también esperar los tiempos de secado recomendados por el fabricante.

Los cajones como siempre los realizamos independientes al mueble y desprovistos de todo tipo de objetos, tipo tiradores, pomos, etc... que pudiesen estorbar para realizar el trabajo.
  


Por ultimo realizamos la parte interior de las patas y los cajones, que habíamos reservado en color crudo, pues era la única pintura mate y al agua que íbamos a usar. Elegimos un color frambuesa, que hiciera resaltar aún más la simplicidad de los blancos y negros, y a su vez que le diera ese toque más femenino y elegante que buscábamos.



Para finalizar colocamos sus tiradores originales, previamente lijados para que recuperasen su brillo.

Con todo esto declaramos esta mesilla ENCUADRADA.





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